LA PLATA.- Haber sustituido a Sebastián Verón nada menos que en el partido del retiro debió ser un aviso de la fuerte relación entre Joaquín Correa y Estudiantes. Y todo por la habilidad que demostró el tucumano clase 94 desde que debutó en el Clausura del año pasado (3-0 sobre Banfield). Había llegado a las inferiores en 2009.
Fue también en 2012 cuando Correa partió rumbo a Italia para probarse en Inter, siempre con el consentimiento del club "pincha", y tal fue el punto de partida de la novela de este verano en la institución. Es que al parecer a los tanos les gustó tanto la promesa tucumana que no dudaron en volver a pedir por él, esta vez a través de una formal oferta a la cual los dirigentes platenses (primeramente) respondieron con una contra oferta que implicaba cederlo un año a préstamo por 100.000 dólares con opción de compra de 1,8 millones de dólares por el 80% del pase. La negociación obviamente llegó a los oídos de el DT Diego Cagna y de el Director Deportivo, la "Brujita", quienes rápidamente se opusieron al pase. Ellos pretenden que el pibe termine de explotar en el club.
La contradicción en los planes de unos y otros entorpecieron la cuestión. "Aún no se lo que pasará" le dijo el papá de Joaquín, Julio, a LG Deportiva. Horas más tarde, la información llegó desde Buenos Aires con la noticia de que el tucu no se moverá de City Bell, búnker de la pretemporada "pincha". "La posición final nuestra es la de no transferir al jugador", ratificó el presidente Enrique Lombardi, quien finalmente escuchó los pedidos del ídolo Verón.